La relación entre la ira, el hígado y la vista. “¡NO VEO LA SOLUCIÓN!”

A través de la Lectura de la Memoria Bioenergética aprendemos a autoconocernos y a conocer las emociones por las que están transitando las personas que nos rodean.

Nuestra mente tiene una reserva de memoria, que determina el comportamiento y lo que queda de manifiesto, “lo que se ve” en las acciones que realizamos.

IRA, HÍGADO Y VISTA

Ciertas frases, que son expresiones comunes, nos “hacen ver” la relación que existe entre el enojo / la ira y la necesidad de reaccionar con violencia, en tanto que el órgano del cuerpo en el que se instalan estas emociones, es en el hígado.

¡Uy! no lo vi

¡Si lo veo lo mato!

Uy casi me voy al pasto

¡Tendría que haber hecho otra cosa, y no lo vi!

¡No veo que hacer!

Y otras que nos iremos acordando juntos, ya que son frases que están presentes en lo cotidiano, en el día a día de cualquier persona…

Las decimos o gritamos exactamente cuando comenzamos a VER (descubrir, entender, comprender), ciertas cuestiones que antes, DURANTE EL TRANSCURSO DE UNA EMOCIÓN VIOLENTA no podíamos ni siquiera nombrar, y, por ende, no podíamos “ver” la verdad ni el pasado, ni el presente, ni el futuro.

TU MEMORIA BIOENERGETICA ES MENTAL y, en ciertos órganos o vísceras, es el lugar donde se guardan e instalan los archivos o huellas mnémicas.

Esas huellas son las que podemos LEER en el presente, desactivar y permitir que sea instalada otra nueva, más acorde con la situación actual, para que cada vez que aparezca la misma emoción, el cuerpo tome acción, movilizado por una memoria diferente. 

En el caso de las emociones violentas que conllevan enojo desmedido, ira, necesidad de reacción con agresión, el órgano encargado de registrar esta memoria o carga bioeléctrica y emocionalidad es el HIGADO.

Solemos decir de algunas personas o de nosotros mismos:

Soy/Es un calentón, soy/es violento, soy/es un loco colérico, se pone colorado, es muy picante, le gusta el verano, pero se pone de mal humor, ¡está sacado y revolea las cosas, conocemos personas que siempre se expresan con insultos de todos los colores, siempre tienen calor, suelen estar la mayoría del tiempo peleando por todo, gritan y, también son apasionados, fogosos, le ponen mucha energía a todo lo que hacen y después quedan agotados, etc.

En la medida en que, con la formación en Lectura de la Memoria Bioenergética, logres identificar los diferentes cuadros de conductas con la emoción que los origina y el órgano que padece, vas a ir VIENDO EL CORRELATO EN EL CUERPO.

Comparamos estas situaciones con la BATERIA DE UN AUTO que, si no la cuidamos, en algún momento termina agotándose, ¡se RE CALIENTA y funde!

Una frase típica es “¿CUÁNDO SE AGOTO?, NO ME DÍ CUENTA, NO LO VÍ”

He aquí la develación del misterio: ES QUE EL HIGADO está conectado con el SENTIDO DE LA VISTA.  

Tu mente te avisa en diferentes oportunidades, cuando estás atrapado en un camino de violencia, ira y reproches y, que tienes que parar para no fundir tu batería.

Cuando los síntomas se presentan en el cuerpo físico, y en este caso específico es LA PÉRDIDA DE VISIÓN, es la señal de que hay un cortocircuito neuronal, una memoria bioeléctrica jugándote en contra.

Entonces ahí es donde el Método de Lectura de la Memoria Bioenergética, es una herramienta súper valiosa para detectar el problema y evitar que tu batería se agote, generando que siempre tengas que recurrir a los “mecánicos del cuerpo”, los médicos.

No permitas que las señales de alarma te pasen de largo, porque si un día tu batería se agota, ya no habrá tiempo para reorganizar y armonizar los aspectos físicos, energéticos y mentales en tu vida.